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Carta a la presidenta Armengol / Govern caníbal

Señora presidenta Francina Armengol:

Cuando no se han cumplido ni dos años de su Govern, del tercer Govern en la historia autonómica de las Illes Baleares formado por una coalición de partidos de izquierda, una oscura nube le sobrevuela anticipando, de no mediar un aún posible giro radical, cuál será el resultado final de la nueva intentona.

Señora Armengol, aunque parezca mentira –para no calificarlo ni de pesadilla ni de chiste–, está usted encaminada, con sus constantes tropiezos, a glorificar las dos experiencias anteriores de Pacte de Progrés de Francesc Antich. Sinceramente, presidenta, muy mal deben hacerse las cosas para que en esta comunidad nuestra a alguien le coloquen a remolque del nefasto Antich.

La evolución económica es, de forma generalizada, positiva y las empresas surcan las olas de la gestión diaria en un ámbito de aceleración constante del consumo. Con ello, y pese a la necesidad de solventar algunas carencias, el empleo asciende. Solo la sempiterna obsesión de gobiernos como el de usted pronostican tempestades en el horizonte. Por ejemplo, paralizando incomprensiblemente la reforma de las instalaciones hoteleras, coartando el socialmente necesario alquiler turístico y bloqueando la imperiosa construcción de viviendas nuevas al alcance de las clases medias y populares de nuestras islas.

Por lo que se refiere a los sindicatos y al siempre revuelto mundo de la enseñanza, todo son sonrisas para usted, señora Armengol. Y es que todos los problemas se arreglan mucho más fácilmente con un aumento generalizado de los sueldos.

Por tanto, ¿por qué su gobierno naufraga?

Por tercera vez en nuestra historia reciente, repetimos, un gobierno de partidos de izquierda va de cabeza al fracaso. La incapacidad manifiesta de acordar acciones conjuntas y aplicarlas de forma eficiente, la imposibilidad de ser fiel y leal al socio en todas las circunstancias del avatar político, la preeminencia de la envidia y la zancadilla traidora al que forma parte de nuestro propio equipo y, finalmente, la creencia, tan extendida en su ámbito más cercano, señora presidenta, de qué el fracaso de los que tengo más cerca es sinónimo de mi éxito, abocan a su Govern a convertirse en una nueva experiencia fallida.

Winston Churchill, el estadista británico, dijo en cierta ocasión: “A los oponentes los tenemos enfrente. A los enemigos, detrás”. Se entiende perfectamente la frase si recordamos que en el Parlamento británico el primer ministro, en este caso el propio Churchill, se sienta con los partidos de la oposición delante y sus propios compañeros de grupo a sus espaldas. Los oponentes enfrente (la oposición), los enemigos detrás (sus compañeros de partido).

Su Pacte de Progrés, el tercero, aunque usted haya preferido cambiarle el nombre para evitar malos augurios y le denomine Acords pel Canvi, señora Armengol, hace aguas por todos lados. No sabemos nunca qué pasará con los presupuestos y cómo acabará la letania de amenazas y ultimátums. Cada martes, la sesión de control al Govern es una caja de sorpresas cuando se levanta el parlamentario de Podemos de turno para dirigirse a usted. Y ahora, para añadir gasolina al incendio, nos tememos que tengan muy poco recorrido las non natas Ley Turística, Ley del Suelo y la Oficina Anticorrupción, por solamente nombrar tres iniciativas que forman parte de su galaxia de proyectos estrella que están a punto, y perdone el chiste malo, de estrellarse.

Priorizó usted, presidenta, alcanzar la poltrona presidencial del Consolat de Mar antes que cerrar un pacto estable, sólido y eficaz. Y como lo más importante para usted misma era el cargo, optó por Podemos. Y ahora lo está pagando usted como presidenta y el resto de la ciudadanía a través de la permanente incertidumbre institucional balear.

Señora Armengol, ha antepuesto también sus intereses partidistas y personales manteniendo, pese a todas las evidencias, su conflictivo matrimonio con los ‘morados’ para posicionarse en las primarias socialistas frente a la candidatura de Susana Díaz, enrocada por ello en el inútil ‘no es no’ que no lleva a ninguna parte más que al precipicio de la ingobernabilidad.

Y todos estos antecedentes y consecuentes, aderezados por el cainismo del que siempre hace gala la izquierda balear. Sinceramente, presidenta, ¿no teme que algún día sus amigos de Podemos acaben asestándole una dentellada que le arranque de cuajo a medio Govern? ¿No auspicia, dado los hechos ya vividos, que su Govern se descomponga entre los zarpazos que se asestan día sí y día también entre unos y otros los partidos del Pacte que no pacta?

Señora presidenta, a punto de cumplir dos años de legislatura y con otros dos larguísimos por delante, ¿qué garantías nos ofrece usted de qué su Govern y su pacto no seguirán por este camino de descomposición fratricida y, finalmente, algún día dará un giro radical y antepondrá los intereses generales por encima de los particulares de determinados advenedizos de la gestión pública? Señora presidenta, ¿podemos fiarnos de su Govern?

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , , , , , ,

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