No es usted de fiar, antepone la perfidia de sus intereses personales a la palabra dada, siembra de indignidad e incertidumbre el actual pacto sellado entre los partidos PSIB, MÉS y Podemos para gobernar conjuntamente la ciudad de Palma y traiciona a sus compañeros. Sí, señora Jhardi, a sus propios compañeros. A los suyos. A los que están junto a usted. A los que tienen que tragarse sapos y culebras para ser ellos mismo consecuentes con el pacto que usted mancilla cuando, señora Jhardi, les traiciona vilmente con su infidelidad y su ingratitud.
Entre otras muchas, la degradación en la que están sumidos los Bomberos y la Policía Local de Palma, tras décadas de equipos de gobierno municipales acomodaticios y permisivos, nos han abocado a una situación insostenible. Y no hablamos sólo de la presunta corrupción institucionalizada en el cuartel de San Fernando, que ya se encargarán los tribunales de esclarecer, juzgar, sentenciar y condenar si así es necesario. Hablamos de descoordinación interna, de ineficacias, de reiteración de funciones, de dejación de responsabilidades, de privilegios sindicales, de prebendas y canonjías, de pluses salariales ilegales y de un escenario general que necesita de diálogo y de confluencia, pero también de mano firme y, por encima de todo lo demás, de convicciones claras.
Sorprendentemente en un equipo de triple confluencia como es el que ahora gobierna el Ajuntament de Palma, la firme voluntad de sanear de sus ineficiencias y de una vez por todas tanto a los Bomberos como a la Policía Local es uno de las pocas iniciativas que se han emprendido con valentía y decisión. Y todo ello siempre respetando la legalidad vigente, los derechos legítimamente adquiridos y a través de la confrontación de opiniones en aras de una confluencia compartida entre todos los actores: tanto los políticos que ahora tienen la legitimidad democrática de los ciudadanos como los propios esforzados agentes de la Policía Local y bomberos palmesanos.
Pero esto, a usted, señora Jhardi, parece importarle poco. Cuando los máximos dirigentes de su propio equipo de gobierno tienen que desplazarse escoltados por agentes armados, cuando las mafias corruptas amenazan la integridad física de su alcalde actual, José Hila, del futuro primer edil, Antoni Noguera, y de la regidora que afronta en primera persona y a pie de calle todo el conflicto, Angélica Pastor, eso a usted, señora Jhardi, no le importa. Y no solo no le importa sino que, además, en un hecho nunca visto en Cort, se permite el lujo de ponerse del lado de los que mancillan el buen nombre, coaccionan, menosprecian, insultan y pretenden acobardar a sus propios compañeros de gobierno municipal.
Usted, señora Jhardi,¿ al lado de quién está? ¿Al lado de los que le hacen el paseíllo machista y cobarde a la regidora Pastor? ¿Al lado de los que le dirigen insultos obscenos a través de las redes sociales? ¿Al lado de los que sacan de los cuarteles de los bomberos los camiones oficiales anti incendios sin permiso de nadie para protagonizar una protesta sindical? ¿Al lado de los que pintarrajean estos mismos camiones y luego se esconden cobardemente sin afrontar su responsabilidad? Señora Jhardi, ¿usted al lado de quién está?
Nosotros lo tenemos muy claro. Estamos al lado de la legalidad y del cumplimiento de las normas. Estamos al lado de los que son leales a sus compañeros de pacto. Estamos al lado de los que son injustamente vilipendiados por defender los derechos de todos los palmesanos. Estamos al lado de los que tienen muy claro que han optado por trabajar en la política para servir a los ciudadanos.
Le repetimos la pregunta, señora Jhardi: usted, ¿con quién está?
