Más allá del triunfo deportivo, hoy me importa subrayar una victoria aún más importante y más digna de resaltar. Me interesa, en estos momentos de dificultad y zozobra de la nación, tener en cuenta las virtudes personales que han fundado tu éxito, sin paliativo alguno.
Virtudes que constituyen, al margen de cualquier opción política, verdaderas lecciones a aprender por tu generación y por las venideras, por todos nosotros. Has sabido volver de nuevo después de las dificultades de años anteriores. Y has vuelto con las mismas virtudes que te adornaron en el pasado, no tan lejano: creencia ciega en ti mismo y en tus cualidades, generosidad en el esfuerzo, sencillez y humildad en tu presencia pública, respeto total a ti mismo, a los adversarios y a tu equipo profesional, amor a todos los tuyos por lo mucho que han significado y significan en tu vida. ¡Gracias, Rafa!
Tu triunfo, por todo lo anterior, constituye, como diría Bertolt Brecht, ‘el regalo más grande que les (nos) puedes dar a los demás’. No sueles distinguirte por tusopiniones políticas ni sociales. Ni falta que hace.
Practicas el más eficaz de los lenguajes: las obras. Has enseñado a todos que, en efecto, “la bendición sólo mora donde la musa se apoya en el sudor de la frente, y la inspiración surge de la constancia…”, que dice Amos Oz. ¡Gracias Rafa! ¡Qué distinta sería esta nación si todos tomásemos nota de tu ejemplar testimonio!
Contemplar tu figura y persona en el momento en que sonó el himno español, nos conmovió a todos o a casi todos. ¡Qué momento más sublime!
Nos has regalado a los españoles la oportunidad de vibrar de emoción contigo al escuchar el himno nacional en silencio y respeto absoluto.
Siempre, a decir verdad, ha sido así, en cualquiera de tus múltiples triunfos. ¡Gracias, por esta gran lección: sentirte orgulloso de ser español y hacer que también nosotros compartiéramos contigo ese mismo sentimiento! ¡Casi nada! Me encanta esta lección tuya de patriotismo, dada sin ademán de ningún tipo, sin recriminar nada a nadie, sin compararte con nadie y salida de tu interior como algo connatural.
¡Gracias, Rafa!
Como subrayó el mismo lunes el director de ABC, has puesto ‘el amor a España de moda’. Buena falta nos hace. Lo que hagan otros, es cosa de ellos. Estamos viviendo momentos de turbación y de duda. Por eso, precisamente, es fantástico contemplar que alguien se sienta orgulloso, como tú, de ser ciudadano español. ¿Por qué, a veces, los españoles nos empeñamos en ser diferentes a los demás en cosas tan elementales?
¡Gracias, Rafa!
Si, con alguna referencia política, he podido causarte algún tipo de desagrado, lo siento de verdad. No he buscado contrariarte. He querido ofrecerte mi reconocimiento sincero, que quiero hacer extensivo a todos los tuyos. Simplemente creo que tu lección es muy ‘trasversal’, como ahora se dice. ¡Gracias, Rafa!