Los aficionados del Real Mallorca no le han dado la espalda a su equipo, ni tampoco a sus colores. La mallorquinidad, con respecto al Real Mallorca sí existe.
Miles de abonados ya han renovado su carnet para ver a su equipo la próxima temporada en Segunda B. Una categoría que muchos aficionados nunca la habrán vivido. La fidelidad es tan grande al club que, en los últimos días, hemos podido ver como más de un centenar de seguidores hacían cola desde las seis de la mañana en Son Moix. Ni en el concierto de Alejandro Sanz en Madrid, y que llenó el Calderón, se observaron estas imágenes.
¡¡¡Que grande sois!!! Esto se lo debería comunicar alguno de los americanos, propietarios del club, si se dignaran a venir. También sería bueno que dieran alguna explicación del desastre que hicieron y trasmitieran que se sienten orgullosos del apoyo de la afición a la institución. El club puede ser de ellos, pero la institución como tal es de los mallorquinistas. Los mallorquines están dando un ejemplo del amor hacia el club.
Siempre se ha dicho que los amigos se demuestran en los momentos difíciles, cuando todo va bien, casi no importan. La fidelidad, en este caso, se ha visto al ir mal las cosas y se ha lanzado a la calle.
Hoy voy a poner un ejemplo. En estas cenas de verano, a las que solemos acudir, un grupo de empresarios hablan de toda la actualidad. Se valora la penosa situación política en la que vivimos, y como no la del Real Mallorca. Fue en aquel momento cuando tres de ellos saltaron y señalaron que últimamente, desde la entrada de Serra Ferrer en el club, desistieron de seguir siendo socios de la entidad. Pero ahora, llegado el momento y tras ver la situación por la que atraviesa el club, han decidido volver a ser socios porque se siente mallorquinistas.
Como ven, muchos podemos estar a favor o en contra de lo que se hace en el club. Pero al final, la afición del Real Mallorca demuestra ser de las más grandes. Enhorabuena.
