Bajo el título de '¿Cómo contribuir a la competitividad desde la mejora de la eficiencia energética?' ya se desprende que la contribución del sector a la competitividad global del archipiélago depende de su capacidad para dotar infraestructuras, así como proveer bienes y servicios a través de los que sea posible favorecer la sostenibilidad ambiental. En este sentido, Riera destacó que "la contribución del sector viene determinada, en gran medida, por el grado de eficiencia con el que se lleva a cabo el consumo de recursos energéticos,
ámbito en el cual Balears acumula un diferencial negativo respecto de su entorno competitivo más cercano". Riera también apuntó que "una mayor integración de fuentes de energía renovables resulta esencial tanto para reducir la elevada dependencia externa que presenta el sistema energético del archipiélago como para minimizar el impacto medioambiental del mismo". Se trata, en definitiva, de seguir con los objetivos marcados por las instituciones europeas en materia de eficiencia, integración de energías renovables y reducción de emisiones marcados para el año 2020.
El análisis desplegado a lo largo de la intervención puso de manifiesto que la energía está experimentando importantes cambios a nivel global vinculados, especialmente, a nuevos hábitos de consumo y la aparición de nuevos procesos tecnológicos asociados a la producción energética. Y precisamente estas son las líneas de actuación que propone ASINEM: la mejora de la eficiencia energética, el vehículo eléctrico o la asesoría energética.
