Y ojo, no me parece mal que la gente aprenda idiomas; pero no bajo chantaje. "Si no aprendes catalán no podrás trabajar en la sanidad pública". Esta es la amenaza.
Sí, ahora si alguien entra en la sanidad sin tener catalán, se habrá comprometido a tener el título en un máximo de dos años. Luego fardarán del gran interés cultural que incita este idioma gracias su "política lingüística".
Además volvemos al argumento principal. ¿Cómo puede ser que se prime el idioma por encima de la excelencia médica? Ahora, el Govern a esta pregunta responderá "ese médico excelente podrá optar a la plaza, pero tendrá que estudiar catalán".
Estamos perdiendo el juicio, el tema del idioma está desquiciando a los que deberían tener más sentido común. Parece que no hay nada más importante que la imposición de un idioma sobre el otro. Incluso en una entrevista en directo una persona que representa a un colectivo me llegó a decir que "el català pot arribar a curar" para defender su exigencia en la sanidad. Lo que cura es un buen médico, punto.
Yo hablo ambos idiomas, cada uno en diferentes ámbitos y con personas distintas. Y los dos cumplen su función: comunicar. Ni curan, ni construyen, ni comen, ni beben; comunican. Pero algunos siguen empecinados en añadirle la función de destruir. Los que acusaron al PP de Bauzá de destruir la lengua son los mismos que ahora la destruyen creando conflictos con ella. Al final, son todos ellos la que la destruyen convirtiéndola en dagas voladoras.
En definitiva, en la sanidad dejen trabajar a los que mejor saben de esto, los médicos. Dejemos de lado conflictos lingüísticos que solo llevan a confrontaciones donde las únicas víctimas son los ciudadanos de Baleares que ven como médicos de alto nivel se han de ir a otra comunidad u otro país a curar personas.
