La eurodiputada del PP Rosa Estaràs ha pedido hoy ante el Parlamento Europeo no cesar en la lucha contra la mutilación genital femenina. “No puede justificarse nunca ni por religión, ni por honor, ni por tradición, ni por costumbre. Es violencia y es un crimen. Es la violencia más extrema contra los derechos humanos”, ha dicho durante un debate celebrado en el Pleno de esta institución con motivo del Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina.

Estaràs ha recordado la mutilación genital femenina afecta a más de 200 millones de víctimas, mujeres y niñas, de las cuales 500.000 están en Europa. Además, ha recordado las consecuencias físicas y psicológicas que provoca esta atrocidad: “dolor insuperable toda la vida, insensibilidad al placer sexual, infecciones, traumas, dolor físicos y psíquicos o en algunos casos, incluso la muerte”.

La eurodiputada balear se ha hecho eco de la petición de una de las mujeres africanas que ha denunciado ante la ONU, poniéndose en primera fila para luchar por su erradicación, “tolerancia 0” con la mutilación genital.

“Hoy tenemos una oportunidad aquí para cooperar, para proteger y para erradicar en el mundo la mutilación genital femenina. Tenemos una oportunidad para acabar con la cultura de la violencia”. Y todo ello, ha sostenido, “debemos hacerlo para evitar y prevenir que las tres millones de mujeres en riesgo de sufrir la MGF, se conviertan en víctimas”.

Por su parte, la eurodiputada del PP Teresa Jiménez-Becerril, ha puesto de manifiesto durante el mismo debate que la mutilación genital femenina “es la más grave violación de los derechos humanos, del derecho a la seguridad, a la salud, a la integridad física y del más importante de todos, el derecho a la vida”.

Asimismo, ha incidido en que no es un problema lejano de casos aislados ya que “en España hay 18.000 niñas están en riesgo de ser mutiladas”.

Durante el debate, ha puesto en relieve la necesidad de una “mayor formación de policías, jueces, funcionarios de asilo, doctores, educadores. En la prevención, educación y sensibilización está la clave”. Y todo ello, ha añadido Jiménez-Becerril, “tiene que ir de la mano del derecho penal. Las víctimas tienen derecho a vivir protegidas y el Estado debe velar por ellas”.

Por último, la eurodiputada andaluza ha pedido luchar con firmeza ante un problema que no es local, ha dicho, sino mundial y en el que “necesitamos estar todos a bordo para evitar que millones de niñas sigan perdiendo a diario no solo su dignidad, sino también la vida”.