Desde las nueve de la mañana y hasta las siete de la tarde, todos los asistentes han podido aprender las técnicas más apropiadas para comunicarse en un entorno en el que sobrepasa a las palabras pero que incide directamente en la toma de decisiones de un cliente.
El curso se ha desarrollado en tres bloques: Descifrar la personalidad, para comprender qué hace un cliente y por qué tiene un determinado tipo de comportamiento. De esta manera, podemos anticiparnos a sus movimientos y a su toma de decisiones.
Descifrar la actitud y las emociones, mediante las expresiones faciales, los gestos, las posturas etcétera. En esta sección se ha incidido en qué debemos fijarnos y qué reglas de comportamiento no verbal debemos seguir para mejorar y resultar más atractivos o interesantes para la persona que interactúa con nosotros.
El tercer bloque se ha centrado en el impacto y en la importancia que tiene la primera impresión, la que damos en el primer instante, así como las pautas a seguir para que ese primer momento haga que seamos nosotros los que dominemos la situación desde el principio.
Así como ha explicado Sonia El Hakim, la compra de un inmueble no se basa en impulsos sino que es una acción muy reflexionada y que, en la mayoría de los casos, se hace entre dos personas por lo que el proceso de compra y venta se hace muy complejo. Por ello, es muy importante tener habilidades de comunicación y, por supuesto también saber mucho a nivel técnico pero si no se tienen habilidades en comunicación no verbal será difícil que te contraten.
El curso finalizaba a media tarde con la opinión generalizada de los asistentes de haber compartido unas horas de aprendizaje, de forma muy amena, y con la oportunidad de interactuar con otros agentes inmobiliarios.
