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Pedro Sánchez ama a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez se somete en estos momentos a la sesión de su investidura como presidente del Gobierno de España. Está en el aire cómo acabará el proceso, dado su enfrentamiento personal con el podemita Pablo Iglesias.

Pese a todos estos problemas, Sánchez tiene tiempo y empaque para sí mismo.

A continuación, la recreación literaria sobre la realidad de Susana Hernández, guionista y autora de la sección Detrás del Telón.

  1. PASILLO DEL PALACIO DE LAS CORTES, DÍA DE LA INVESTIDURA

Pedro Sánchez avanza enfático por el largo pasillo del Palacio de las Cortes tras finalizar la sesión del debate de investidura. Aunque la situación es harto complicada, no duda detenerse frente a uno de los espejos que decoran el corredor.

Sánchez admira su reflejo. Le gusta lo que ve. Después de presentar ante el espejo ambos perfiles e, incluso, guiñarle un ojo a su propia imagen, comienza una conversación consigo mismo en la que se comporta como la madrastra mala malísima de Blancanieves.

PEDRO:

Dime, espejito mágico: ¿quién es el mejor presidente?

REFLEJO:

Tú, Pedro.

PEDRO:

Gracias, Pedro.

REFLEJO:

De nada, Pedro.

 

Tras asegurarse de que nadie se acerca, el candidato Sánchez continúa su “conversación” consigo mismo frente al espejo.

PEDRO:

Pedro, estoy preocupado.

REFLEJO:

¿Por qué, Pedro?

PEDRO:

¿Y si no soy elegido presidente?

REFLEJO:

¡Claro que lo serás! Eres el más guapo, el más inteligente y el más capacitado para el cargo.

PEDRO:

Gracias, Pedro.

REFLEJO:

De nada, Pedro.

PEDRO:

Aún así, estoy preocupado. Necesito lograr la mayoría absoluta y, ni convenciendo al coletas de Pablo, es seguro que lo logre.

REFLEJO:

Pero, vamos a ver, Pedro: ¿quién logró volver a ser presidente de su partido tras ser obligado a dimitir?

PEDRO:

(Aún algo preocupado)

Yo…

REFLEJO:

¿Y quién logró, mediante una moción de censura contra Rajoy, llegar a ser presidente sin esperárselo nadie, de rebote y por sorpresa?

PEDRO:

(Más convencido)

Yo.

REFLEJO:

¿Y ahora quién logrará ser presidente del Gobierno?

PEDRO:

(Eufórico)

¡Yo!

REFLEJO:

¡Así es! España te necesita, Pedro. ¡Se trata de cumplir tu destino! Y para hacerlo no necesitas ni al coletas, ni a los separatistas… ¡Ni a ningún otro!

PEDRO:

(Sonriente)

Siempre sabes como animarme. Gracias, Pedro.

REFLEJO:

De nada, Pedro.

 

Su “conversación” se ve interrumpida por la llegada de su esposa, Begoña Gómez Fernández.

 

BEGOÑA:

¿Nos vamos?

PEDRO:

(Volviendo a la realidad)

Sí, sí…

BEGOÑA:

¿Estabas hablando con alguien?

PEDRO:

(Disimulando)

No, no te preocupes.

 

Pedro Sánchez coloca un brazo sobre los hombros de su esposa y se dirige junto a ella a la salida del Palacio de las Cortes. Antes de hacerlo, se gira para guiñarle el ojo una última vez a su propio reflejo y lanzarle un par de besos, llenos de cariño y agradecimiento.

Actualizado: 14 de marzo de 2022 ,

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