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El banco amenaza a Pablo Iglesias con embargarle el chaletarro de Galapagar

Pablo Iglesias bloquea la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. De hecho, el líder de Podemos ha repetido en varias ocasiones que es el Ibex 35 -el conjunto de las grandes empresas constructoras, financieras y bancos de España- los que apoyan a Sánchez y rechazan la entrada del ‘coletas’ en el Gobierno.

El Ibex 35, a través del director de la oficina del banco en el que Pablo Iglesias y su compañera, Irene Montero, tienen contratada la hipoteca de su casa con piscina de Galapagar hace un último esfuerzo para convencer al líder morado para que apoye a Sánchez.

A continuación, la recreación literaria sobre la realidad de Susana Hernández, guionista y autora de la sección Detrás del Telón.

  1. CASA DE PABLO IGLESIAS E IRENE MONTERO, POR LA MAÑANA

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se encuentra en su casa de Galapagar junto a su esposa Irene Montero. Ambos están disfrutando de un relajante baño en la piscina, rodeados de sus pequeños hijos y acompañados por la nurse de los niños, la cocinera, la señora de la limpieza, el jardinero y el encargado del huerto. Suena el teléfono.

PABLO:

(Contestando la llamada)

¿Quién es?

DIRECTOR DEL BANCO:

Señor Iglesias, buenos días. Soy el director de su banco, con el que tienen usted y su señora esposa unas cuentas corriente, libretas de ahorro, planes de pensiones, bonos del Estado, fondos de inversión… y, también, su hipoteca conjunta.

PABLO:

Sí, sí, claro. ¿Qué ocurre? ¿Hay algún problema?

DIRECTOR DEL BANCO:

Pues verá, hemos revisado su riesgo-cliente de dicha hipoteca y, desgraciadamente, nos hemos percatado de que se ha disparado en los últimos días.

PABLO:

(Visiblemente alarmado)

¿¿¿Quééé??? ¿¿¿Y eso, por qué???

DIRECTOR DEL BANCO:

A ver, cómo se lo explico… Digamos que sus decisiones políticas de los últimos días no le han sido favorables en el ámbito bancario.

PABLO:

(Empezando a sospechar sobre a dónde va a ir a parar el director del banco)

Ya. Y por decisiones políticas imagino que se referirá a mi decisión de no pactar con Sánchez.

DIRECTOR DEL BANCO:

Efectivamente, señor Iglesias. Entenderá que nosotros, como entidad financiera que somos, estamos terriblemente preocupados por el incierto futuro político de nuestro país. En estos momentos nos encontramos ante multitud de opciones gubernamentales muy poco estables para la banca. Y, sin embargo, la alternativa que usted ha decidido rechazar, la alternativa de Pedro Sánchez, es la que más nos conviene.

PABLO:

¡¡¡A la mierda lo que más os convenga!!! ¡¡¡Me la suda lo que más os convenga!!!

DIRECTOR DEL BANCO:

(Intentando que mantenga la calma)

Señor Iglesias, por favor: tranquilícese.

PABLO:

¡¡¡No pienso tranquilizarme!!! ¿A esto hemos llegado como país? ¿A que la banca pretenda interferir en las decisiones de los diferentes líderes políticos! ¡Pues a mí no van a comprarme!

DIRECTOR DEL BANCO:

Señor Iglesias, ni mucho menos intentamos comprarle, por favor. Nuestra intención es simplemente… llegar a un acuerdo. Nosotros le ayudamos en su momento cuando nos pidió su crédito para la casa de Galapagar, que ahora disfruta con su señora esposa y sus hijos. Y ahora esperamos que usted haga lo propio y nos ayude en esta, como decirlo, desafortunada situación para la banca española.

PABLO:

(Con furia, marcando cada palabra)

¡No van a comprarme!

DIRECTOR DEL BANCO:

En ese caso, señor Iglesias, lamento comunicarle que nos veremos obligados a retirarle nuestro crédito.

PABLO:

¿¿¿Y cómo piensan justificarlo???

DIRECTOR DEL BANCO:

Bueno. Señor Iglesias, imagínese que no se produce la investidura; que Pedro Sánchez no llega a ser presidente y cumple su promesa de repetir elecciones. ¿Qué pasará entonces? ¿Qué ocurrirá si en estas elecciones usted o su partido pierden? ¿De dónde sacará los ingresos necesarios como aval para mantener este crédito?

PABLO:

(Con rabia)

Sois una basura. Todos lo sois.

DIRECTOR DEL BANCO:

Señor Iglesias, esta decisión escapa por completo de mi control. Entienda que tras ella se encuentra todo el Consejo de Administración del banco.

(Hace una pausa)

Mire, señor Iglesias, le diré lo que vamos a hacer. Tiene hasta la votación para darnos una respuesta. Después decidiremos… si supone usted o no un cliente con graves riesgos para el banco.

PABLO:

¿Cómo se siente al extorsionar a un inocente líder político?

DIRECTOR DEL BANCO:

(Ligeramente burlesco)

No se trata de una extorsión, ni mucho menos. Tan solo de un pequeño empujoncito en la dirección adecuada para el país. Y, seamos francos, señor Iglesias, usted tiene tanto de inocente como yo de monja ursulina.

Pablo Iglesias cuelga el teléfono, tremendamente enfurecido. Su esposa, que ha escuchado toda la conversación, le mira con el semblante lívido. Los niños lloran. La nurse, la cocinera, la señora de la limpieza, el jardinero y el encargado del huerto también están estupefactos ante los gritos que acaban de oír.

No hace falta que ninguno de los dos hable para expresar lo que ambos están pensando. Pablo y Irene deben elegir entre lo que esperan de ellos sus compañeros de Podemos o mantenerse en su preciosa casa en Galapagar.

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , ,

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