Se trata de una colaboración enmarcada dentro de 'Sus Derechos en Juego', una acción que la institución lleva desarrollando desde hace 10 años y mediante la que ayuda a niños en riesgo de exclusión social y familias desfavorecidas.
La Pepita recogerá juguetes hasta el 15 de diciembre y como agradecimiento invitará a un postre a todos aquellos clientes que se acerquen a sus restaurantes a colaborar en esta buena causa. Un juguete, un postre.
Desde Creu Roja entienden el juego como una vía de difusión de cualquier propuesta educativa y pedagógica y un derecho fundamental, como se reconoce en La Declaración Universal de los Derechos de la Infancia.
En base a estas premisas los juguetes tienen que ser nuevos, por equidad y no discriminación para que todos los niños y niñas puedan disfrutar de un juguete nuevo. No deben ser bélicos, ni sexistas y preferiblemente educativos como elementos transmisores de valores sociales para favorecer la tolerancia, diversidad, respeto e igualdad.
Este año el objetivo es llegar a unos 40.000 niños en nuestro país. Y es que actualmente casi el 30% de la población infantil está en riesgo de pobreza y exclusión, un colectivo al que la La Pepita pretende ayudar sumándose a esta campaña a través de su red de establecimientos a nivel nacional.