Todos aquellos que han sido confinados por haber dado positivo o como medida de prevención por haber estado en contacto con algún positivo, son controlados por los conocidos "rastreadores" de la conselleria de Salut.
Así, las personas confinadas reciben diariamente una llamada telefónica, o una visita presencial, para confirmar que se encuentran en sus hogares. Los controles telefónicos, realizador a poder ser a números fijos, no dan los frutos deseados.
El número de personas que deberían estar confinadas y no atienden las llamadas es mayor del deseado, lo cual significa que el riesgo de contagio se multiplica exponencialmente.
Lo que resulta aún más increíble es que los controles telefónicos que se realizan a números de teléfono móvil arrojan respuestas mucho más inverosímiles. Desde Atenció Primària reconocen que han tenido casos de personas positivas que al responder están en la playa o haciendo la compra.
Es necesario hacer un llamamiento urgente a toda la ciudadanía apelando al sentido común y la responsabilidad. La irresponsabilidad de una puede ser la muerte de otros.
Ayer mismo la consellera de Salut, Patricia Gómez, recordaba que no hay que bajar la guardia pues actualmente hay dos jóvenes en UCI por coronavirus sin dolencias previas. El virus sigue estando aquí...
