"Es necesario garantizar el acceso a medicamentos fiscalizados, como sedantes y analgésicos, para los protocolos de intubación para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Los pacientes que no tienen COVID siguen necesitando medicamentos fiscalizados para el tratamiento del dolor y los cuidados paliativos, la atención quirúrgica y la anestesia, la salud mental y las afecciones neurológicas, así como para el tratamiento de los trastornos por consumo de drogas", resaltan en un comunicado.
Según denuncian, estos pacientes "se enfrentaron a barreras para acceder a medicamentos controlados antes del COVID-19". "La pandemia ha provocado además interrupciones en la cadena de suministro de medicamentos, y es fundamental que el acceso a los servicios de salud esenciales y a los medicamentos no se olvide ni se desvíe de su prioridad durante esta pandemia", insisten.
Dado que la pandemia afecta cada vez más a los países con una infraestructura y servicios de salud insuficientes, considrean "un imperativo ético" garantizar que todas las personas de todos los países del mundo puedan acceder a los medicamentos esenciales. "Esto incluye los medicamentos que están bajo control internacional", puntualizan.
Así, instan a que los países alivien las restricciones de transporte relacionadas con COVID-19 para los medicamentos fiscalizados y considerar soluciones de producción local cuando sea viable, para hacer frente a los picos de demanda impulsados por COVID-19.
"Es necesario apoyar la labor de los médicos, el personal de enfermería y los profesionales de la salud en general que proporcionan tratamiento y atención a las personas, incluidas las más vulnerables, y las medicinas seguras y eficaces deben estar disponibles, accesibles y asequibles en todo momento para las personas que las necesitan", concluyen.