Este centro, que funciona desde octubre, tiene como objetivo principal conseguir que las víctimas superen el trauma y puedan volver con sus familias biológicas, o bien pasar a una acogida familiar terapéutica, ha destacado el Consell en una nota de prensa.
El IMAS ha explicado este martes que este trauma es característico de las personas que han sufrido abusos sexuales y que "padecen una victimización sexual", lo que provoca que desarrollen desinterés afectivo, incapacidad de establecer vínculos y conductas de riesgo.
Para prevenir estas conductas, este proyecto educativo incluye también la figura de 'referentes positivos', jóvenes que también vivieron este tipo de situaciones y que lo superaron con éxito, que realizarán encuentros con los menores para contarles su experiencia.
Además de atención individualizada, esta iniciativa cuenta también con terapias corporales, terapia con animales y educación afectivosexual, un tratamiento especializado en traumas complejos, ha apuntado la institución insular.
El tiempo de estancia no tiene un límite mínimo ni máximo, pues eso dependerá de los procesos personales de cada uno, y siempre se intentará evitar que los menores vuelva a un centro residencial, para minimizar el riesgo de que puedan reproducir sus conductas.
Los trabajadores del centro realizaron en septiembre una formación específica para el tratamiento de jóvenes víctimas de la explotación sexual comercial, curso en el que han estudiado factores de riesgo y de protección y atención psicológica.
El equipo del centro está formado por un coordinador, dos psicólogas especialistas en el tratamiento de traumas complejos, ocho educadores sociales, ocho auxiliares educativos y personal de cocina y mantenimiento.
Asimismo, el IMAS ha recordado que el pasado 19 de octubre, y siguiendo con la propuesta de la comisión de expertos, se eligió al responsable de coordinar las actuaciones relacionadas con explotación comercial en menores que se lleven a cabo en el centro.
