Solchaga ha insistido en esa idea para añadir inmediatamente que lo que más le preocupa “es la conexión con los fondos de la Comunidad”. Y propone “fórmulas público-privadas para que esos fondos se puedan distribuir rápidamente, con la ayuda de las empresas porque serán más rápidas que la Administración”. “Hay que persuadir al Gobierno de que sea capaz de movilizar esos fondos”.
El exministro adelantó que los ERTE y los préstamos y ayudas a las empresas se quedarán “y así ha de ser”. Y abogó por que las compañías de sectores obligados a cerrar reciban ayudas a fondo perdido, como hostelería, espectáculos, restauración, turismo, etc. “Si no estuvieran estas ayudas incluidas en los presupuestos, el Gobierno debería incluirlas”.
Respecto a las previsiones de aumento de algunos impuestos (Patrimonio, IRPF, mantenimiento del IVA, etc.), el exministro tranquilizó la inquietud empresarial al señalar de manera tajante que “no habrá nada significativo, ni en patrimonio ni en sociedades ni en otros. Es más el impacto del anuncio en sí que sobre la economía de las empresas”.