Un proyecto, creado de arriba a abajo, sin escuchar las verdaderas necesidades del barrio palmesano de Pere Garau. "Pasen muchas líneas de autobús y hay mucho tránsito de vehículos", ha afirmado Isabel, propietaria de uno de los comercios de la zona, añadiendo que "no nos podemos olvidar que en Pere Garau vivimos de un mercado, el único mercado tradicional que queda prácticamente en las Islas".
En este sentido, Isabel ha advertido que "si nos quitan la accesibilidad, los autobuses y las plazas de aparcamiento, si ya nos cuesta aparcar, ¿Dónde pondremos todas estas plazas de aparcamiento de la gente que no podrá llegar a su lugar de trabajo?".
La gentrificación de Palma avanza a pasos agigantados. Tras ver como Santa Catalina ha perdido su identidad social, le ha tocado el turno al emblemático barrio de Pere Garau. "En 10 años no se han gastado prácticamente nada en el barrio y ahora quieren gastarse 3 millones de euros en 290 metros del bario, parte donde está la renta per cápita más alta del municipio", ha afirmado la vecina activista, Àngels Fermoselle.
Los comerciantes ven con indignación el proyecto de Cort y las formas utilizadas para imponerlo. Precisamente Paquita, otra de las propietarias de un comercio en Pere Garau, ha señalado que "el barrio tiene muchas deficiencias y no solo a que Cort se piensa que tenemos, no se pueden gastar 3 millones de euros en la parte más rica del barrio y dejar la otra parte desamparada, todos somos ciudadanos de Pere Garau y por lo tanto nos tienen que tratar a todos por igual y no lo están haciendo".
Y es que para los vecinos del barrio, el Ajuntament de Palma ha decidido malgastar el presupuesto con obras faraónicas sin resolver los problemas reales de Pere Garau como son unas aceras estrechas con un pavimento defectuoso, unas calles mal iluminadas y sin un árbol que dé sombra.
