La Conselleria ha abierto esta semana una consulta previa a la elaboración del texto, para recoger aportaciones de colectivos y entidades implicadas. El texto legal de 2019 establecía un plazo de dos años para ejecutar el desarrollo normativo, un plazo que se cumple ahora.
La Ley Agraria definió las agroestancias como una actividad complementaria en explotaciones agrarias preferentes, con posibilidad de ofrecer pernocta y desayuno. En el texto se contemplaban un máximo de seis plazas por explotación, siempre que estén en una vivienda y que el agricultor resida en la explotación.
La norma dejaba la reglamentación en manos de los Consells Insulars. En Menorca se hizo una regulación y ya se han emitido autorizaciones, y en Eivissa se han dado permisos pero sin hacer una regulación específica.
En Mallorca, donde las competencias las tiene el Govern, en los dos años desde la aprobación de la Ley, se han producido algunas consultas de agricultores interesados pero ninguna solicitud formal, según ha indicado el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, en declaraciones a Europa Press.
La consulta previa implica que por el momento no hay borrador para el decreto, si bien el director general ha anticipado que será un texto sencillo y que no se alejará de las bases de la Ley Agraria.
En este sentido, Fernández ha insistido en la idea de que las agroestancias deben ser una actividad complementaria que suplemente la renta de agricultores profesionales y favorecer la difusión de la tradición agraria regional.
Asimismo, la ley señalaba que "por sus características y dimensión", las agroestancias "podrán quedar exentas de la normativa turística excepto en la necesidad de aportación de plazas turísticas". Si las agroestancias deben computarse como plazas turísticas es una de las cuestiones que deberá resolver el decreto, ha explicado Fernández.
Por su parte, la Asociación Balear de Agroturismos y Turismo de Interior (Abati) ha expresado su oposición a la figura de las agroestancias, reclamando eliminarla porque la consideran "un elemento distorsionador" del mercado.
El presidente de la Asociación, Miguel Artigues, ha defendido que los agroturismos ya nacieron "con el mismo fin" que las agroestancias, "ser una renta complementaria del agricultor" y "hacer posible la conservación de las fincas".
Artigues ha argumentado que "agroturismos puede haber también de una sola plaza" y que por tanto "no hace falta inventar una figura nueva", sino, en cualquier caso, "suprimir requisitos a los agroturismos de menos de seis plazas".
"Se han ido poniendo tantos requisitos a los agroturismos que han hecho casi imposible su funcionamiento", ha protestado Artigues. La asociación prevé hacer aportaciones a la consulta abierta por el Govern.
