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CARTA A... / La falta angustiosa de vivienda es un problema demasiado serio y grave como para entretenerse con ocurrencias vacuas

Señor Josep Marí i Ribas, conseller de Mobilitat i Habitatge del Govern de les Illes Balears:

Acaba usted de estrenar el cargo –que heredó por acción interpuesta de la presidenta Francina Armengol de manos del señor Marc Pons i Pons, ahora felizmente para él apoltronado como alto cargo ministerial en Madrid– con la imperiosa necesidad de aplicar la Llei 5/2018 de 19 de junio de l’Habitatge de les Illes Balears. Un discutido y discutible texto legal que tras redactarlo, presentarlo, analizarlo, defenderlo y aprobarlo en el Parlament tiene el objetivo de intentar acabar con la angustiosa falta de viviendas asequibles que arrostran nuestros jóvenes, familias recién creadas, trabajadores con escasos recursos económicos y un amplio sector de la población balear que no disfruta de ingresos suficientes como para acogerse al artículo 47 de nuestra vigente Constitución Española del año 1978, sino todo lo contrario.

“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas suficientes para hacer efectivo este derecho”, reza el antemencionado artículo 47. Y, para hacer efectivo este derecho en nuestra comunidad, a usted –recogiendo las ocurrencias de Marc Pons– no se le ocurre otra cosa que anunciarnos que acaba de expropiar el uso de 56 viviendas que son propiedad de diversas empresas.

¡56 pisos cuando el déficit social en nuestra comunidad es de más de 15.000 viviendas! ¡56 pisos en todas las Illes Balears cuando el propio Ajuntament de Palma avanza en su anteproyecto del nuevo Plan General de Ordenación Urbana que, como mínimo, hay que construir 2.600 viviendas nuevas en Ciutat cada año para cubrir las expectativas creadas por el crecimiento de la población! ¡56 pisos que, además, tienen su disponibilidad real pendiente de la espada de Damocles de las sentencias judiciales ya que sus auténticos propietarios podrán, en ejercicio de sus legítimos y fundamentados derechos, impugnar la expropiación de uso dictada por usted, con lo que se abren unos larguísimos trámites que posponen la hipotética disponibilidad de estas viviendas a las calendas grecas! ¡56 pisos de los cuales al menos 9 en Ciutadella de Menorca no tienen ni siquiera concedida su cédula de habitabilidad, hecho este que ha impedido a sus legítimos promotores entregarlos a los compradores! Por cierto, unas cédulas de habitabilidad no entregadas en forma y fecha legalmente establecidas por el incumplimiento de sus obligaciones de las autoridades administrativas de las que usted, conseller, forma parte.

En resumen, conseller: fuegos artificiales, propaganda, titulares de un solo día y nada más. Absolutamente nada más. Si esta es la forma en la que usted va a solucionar el problema de la falta de viviendas en nuestra comunidad, podemos esperar sentados a que llegue su sucesor y ver qué pasa.

Señor Marí:

Ha arrancado usted su gestión dejándose embaucar –seguramente creyendo que era lo mejor– por algún asesor poco preparado en la materia. Un error subsanable y que podemos atribuir a su aterrizaje recién producido en los intrincados laberintos de la política autonómica que se pergeñan en Palma. Usted, que llega a su conselleria desde la alcaldía del Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia y, con ello, con una evidente, larga y fecunda experiencia en solucionar problemas verdaderos y de gestión del día a día, ya se habrá dado cuenta de qué con 56 pisos no solucionamos nada. Y con estos 56 pisos expropiados temporalmente en su uso y pendientes de recursos judiciales, aún menos que nada.

Las diversas y complementarias soluciones a la falta de vivienda asequible en nuestra comunidad se las han estado aportando al Govern del cual ahora usted forma parte los que verdaderamente conocen de primera mano y por experiencia el funcionamiento correcto, eficaz y eficiente del sector. Los promotores, constructores, decoradores, fontaneros, albañiles, ingenieros, cristaleros, carpinteros de la madera, carpinteros del metal, pintores, electricistas y todos aquellos que componen la cadena de valor de lo que es y significa poner a disposición de la ciudadanía una vivienda digna, asequible y adecuada para formar un hogar.

En algún recóndito cajón de algún oscuro archivo de su conselleria deben estar los reiterados y documentados informes que los profesionales incansables y pacientes le han estado haciendo llegar a sus antecesores en el cargo. Búsquelos y léalos. Y si los han escondido tanto que usted no puede acceder a ellos, reclame entrevistarse y ser informado por los profesionales y emprendedores de la Comisión de Construcción de la CAEB.

Le dirán, conseller, que hay que facilitar la edificación sostenible y económicamente asequible para los compradores, que hay que reducir drásticamente los gravámenes fiscales que disparan los precios finales de las viviendas, que hay que cumplir los plazos señalados en las leyes en la tramitación de las licencias y los permisos para evitar los actuales frenazos en todos los procesos de construcción y reforma de casas, que hay que poner a disposición de los emprendedores en particular y de la ciudadanía en general los miles de metros cuadrados que las administraciones retienen sin ningún provecho para nadie… Y también le dirán que le tienden la mano a usted para, conjuntamente y sin apriorismos ideológicos ni intereses espurios, colaborar de forma leal en solucionar el problema doloroso, acuciante y destructor de la convivencia en el que se ha convertido la falta de viviendas para todos.

Tiene usted dos caminos, conseller: rompa con el pasado, aplique su sabiduría de alcalde, busque las soluciones verdaderas olvidándose de los apriorismos ideológicos de despacho y ayude a poner en marcha la potente maquinaria productiva del sector de la construcción, con lo que, además, contribuirá de forma notable a reducir los terribles efectos negativos provocados por la crisis pandémica. O, también, puede usted seguir como hemos seguido hasta ahora y creer que con solo 56 pisos podrá usted solito acabar con el problema.

Sinceramente, señor Marí, es usted demasiado inteligente para creer que con solo 56 pisos va a acabar de verdad con el problema. Y nosotros también pensamos lo mismo.

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , , ,

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