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Así es la vida de Óscar Szczesniak y su familia en una vivienda 'okupada'

El joven Óscar Kacper Szczesniak lleva ya 28 operaciones quirúrgicas. La próxima, prevista para este mes de mayo, ha tenido que posponerse. El motivo: la vivienda 'okupada' donde vive con su familia no reúne las garantías de habitabilidad que garanticen una recuperación satisfactoria.

Los Szczesniak fueron desahuciados en diciembre de 2019 del piso donde vivían de alquiler. Desde entonces, se han alojado en diferentes pisos de miembros de la entidad STOP Desahucios hasta que el pasado mes de septiembre 'okuparon' el primer piso de un bloque de dos alturas propiedad de un banco, compartiendo comunidad con otras personas que han tenido que recurrir a la 'okupación' para no vivir en la calle.

Conseguir una vivienda habilitada para personas con movilidad reducida antes del mes de septiembre, la nueva fecha prevista para la operación, es el gran objetivo de la familia.

"El motivo que nos han dado para aplazar la operación es que necesita una recuperación óptima y en unas condiciones óptimas y que no haya ningún riesgo de enfermedades ni gérmenes", ha advertido Óscar, añadiendo que "tengo un informe médico que me aconseja mover lo menos posible la espalda debido a que tengo la espalda fijada con dos barras de titanio y dos tornillos".

Óscar y sus padres conviven con otras tres personas en la vivienda. Un inmueble que han tenido que reformar y que sufre diferentes problemas eléctricos y de humedad permanente.

Los Szczesniak aseguran que hace dos años que están en las listas del Ibavi, mientras tanto, han vuelto a presentar la solicitud para optar también a una vivienda del patronado municipal del Ajuntament de Palma.

El tiempo pasa para Óscar y sus padres. Esperando, como muchos otros, la notificación que los permita acceder a una vivienda digna y adaptada a sus circunstancias. Mientras tanto, hasta la higiene personal del joven se convierte en toda una odisea diaria.

"Como mi silla no entra por la puerta del baño, me tengo que cambiar a otra silla para poder acceder al váter y a la ducha", ha indicado el joven, añadiendo que "para la ducha tengo una silla especial pero es demasiado grande y no cabe en el plato de la ducha, por lo que mi padre tiene que estar todo el tiempo  pendiente de mí".

La historia de Óscar y su familia demuestra, una vez más, la evidente falta de vivienda social en nuestro entorno. Una situación difícil, incómoda, tanto para 'okupas' como para propietarios. El derecho a una vivienda digna y el derecho a la propiedad privada chocan frontalmente en una ecuación que requiere la implicación de todos los agentes, tanto públicos como privados, que permitan resolver la incógnita.

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , , , , , ,

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