A pesar de todo, y haciendo balance de la gestión llevada a cabo por parte de la Conselleria de Trabajo y Turismo hasta este ecuador de legislatura, Ordinas reconoce que “sin ser técnico ni tener la respuesta clara, no sé si era posible mantener la balanza más equilibrada entre salud y economía. Me da la sensación de que no se ha intentado, de que se ha puesto todo en un solo plato”.
“Las cifras sanitarias de Balears son extraordinarias, pero también es cierto que el coste económico es brutal. Nunca sabremos si el exceso de prudencia ha sido excesivo”, ha señalado Ordinas.
En cuanto al momento actual, Ordinas ha señalado que “todavía tenemos a mucha gente en ERTE, no estamos consiguiendo la ocupación esperada. Creo que los índices de contagios y hospitalizaciones de los que disponemos en Balears nos permiten correr algún riesgo controlado”.
El presidente de la Associació de Petits i Mitjans Hotels de Mallorca ha valorado muy “positivamente la llegada del primer crucero a Balears y la celebración del primer congreso en Palma tras la pandemia. Todos queremos recuperar el tiempo perdido, hay que intentar acelerar al máximo”.
Ordinas tiene claro “que la decisión del Reino Unido de mantener a Balears en el semáforo ámbar es una decisión política y económica que nada tiene que ver con un criterio sanitario. Cuando tu economía depende de una decisión que debe tomar Boris Johnson, la situación se llena de incertidumbre”.
Lo que sí ha lamentado el empresario es que “se tendrían que haber agotado todas las vías diplomáticas para intentar cambiar la opinión del Reino Unido. Ha faltado esa insistencia. El Govern daba por hecho que no podía caer al semáforo ámbar y hemos pecado de autoconfianza”.
