Al acto de entrega de la colaboración, que ha tenido lugar esta mañana en la sede de la Ong, han asistido por parte de CaixaBank, Marc Ponsetí, Marián Serrano y Tomeu Rosselló, director de Banca de Instituciones en Baleares, directora del área de negocio de Es Raiguer y director de la oficina de Sa Pobla respectivamente, y por parte de la Fundación Dentistas Sobre Ruedas, la Dra. Irene Coll, secretaria de la entidad y coordinadora del proyecto de la CDSCV.
La primera clínica dental solidaria de Baleares nació en Palma a final de 2014 con el objetivo de dar respuesta a las múltiples demandas de ayuda que DSR recibía por parte de gente de Mallorca que no podía costearse los servicios de un profesional de la odontología.
En ella trabajan dentistas, higienistas, auxiliares y demás personal voluntario que dedican una mañana o una tarde a la semana para atender a los pacientes derivados de los Servicios Sociales de los ayuntamientos y entidades sociales que tienen suscrito convenio con la clínica.
Desde su apertura, se han atendido un total de 2.730 pacientes y realizado más de 14.200 tratamientos (exodoncias, endodoncias, obturaciones, prótesis completas, prótesis parciales...).
En el año 2020, se han realizado 4.330 visitas a un total de 924 pacientes derivados de 37 ayuntamientos y de 19 entidades sociales mallorquinas. De todos ellos, El 60,28% de los pacientes atendidos han sido mujeres, mientras que el 68.51% eran de nacionalidad española y el 31.49% extranjera.
De los 3.365 tratamientos realizados, los más demandados han sido las obturaciones (1162) y las prótesis dentales (862). Además, se realizaron 369 exodoncias y 269 tratamientos periodontales.
Irene Coll nos comenta: “Debido a la limitación del aforo en la clínica, el número de pacientes atendidos se ha visto reducido un 22,03% en relación con el año anterior, viéndose por otra parte la lista de espera pasar de 3 a 5 meses por lo que necesitamos agilizar lo máximo nuestra gestión, con los pacientes y los servicios sociales que los derivan hacia nosotros.”
Además, la parada temporal de la actividad de la CDSCV y la nueva situación económica están provocando un incremento de personas en riesgo de exclusión social que necesitan atención bucodental.
“Nuestra clínica solidaria responde a una carencia real de servicios odontológicos entre la ciudadanía mallorquina más desfavorecida. Con la crisis económica provocada por la pandemia, el número de usuarios derivados de los servicios sociales ha ido en aumento. De hecho, en la actualidad, estamos trabajando en la expansión del proyecto para responder a esta creciente demanda también en las demás islas”, argumenta el presidente de la ONG, Alfonso Jaume Campomar.