A principios del mes de octubre, los productores de la denominación de origen comenzaron la campaña 2021/22 con cierto optimismo, tanto por el volumen de aceituna que presentaban los árboles que, sin llegar a ser considerado de volumen extraordinario, sí que era superior al de las dos últimas temporadas, así como por la calidad y el calibre de los frutos.
Estos dos factores permitían en ese momento prever que en esta campaña podrían llegar a los establecimientos elaboradores de aceituna de mesa unas 70 toneladas, pero finalmente será complicado que se lleguen a superar las 20 toneladas una vez termine la recolección de la aceituna negra, habitualmente a finales de febrero-marzo.
Precisamente, la campaña de la aceituna negra es otro de los motivos de preocupación en estos momentos para aquellos olivicultores que le dedican parte de su producción, la cual obviamente también se puede ver afectada por los efectos de la mosca, favorecida por la humedad consecuencia de la lluvia en combinación con las temperaturas, aún cálidas para estas fechas.
La D.O.P Oliva de Mallorca ampara la aceituna de mesa de la variedad mallorquina de olivos de más de 75 años, localizados principalmente en olivares de montaña situados en la Serra de Tramuntana. Ello obliga a prácticas con mínima mecanización, hecho que favorece la recolección manual y seleccionada, directamente del árbol y siguiendo los parámetros de calidad que establece el distintivo de denominación de origen.
