De hecho, en la isla de Formentera, con un exiguo territorio ni elevaciones apreciables, mañana se prevé una máxima primaveral de 23 grados.
En Ibiza el termómetro llegará ya a los 25 grados. Y en Menorca a los 26.
Es en Mallorca donde más se apreciará el grado de calidez de la jornada en relación a la distancia al mar del punto desde el que se realizan las mediciones del termómetro.
De hecho, este miércoles y con vientos flojos se registrarán máximas de 27 grados en el Migjorn y el Ponent de la isla, y de 28 grados en el norte y el Llevant, siempre en sus zonas costeras.
Sin embargo, en el centro de la isla, alejados de las brisas marítimas, las máximas se elevarán hasta los 32 grados a primeras horas de la tarde.
Es decir, una diferencia de casi 10 grados entre Formentera y el Raiguer y el Pla de Mallorca o de hasta cinco grados entre la costa y el interior mallorquines.
Todo ello con pocas o ninguna nube en el cielo y mucho sol.