Kubo llega al Villarreal como cedido y sin opción de compra, haciéndose cargo el equipo de La Plana de su sueldo y, de una prima de dos millones y medio por su cesión. Con ello, el equipo castellonense cierra uno de los refuerzos que más necesitaba, ya que buscaban un jugador que cubriera la ausencia de Santi Cazorla en la línea de creación.
La del jugador japonés es una apuesta arriesgada por un joven jugador de proyección para ese cometido, aunque cuenta con la confianza expresa del técnico Unai Emery que pidió su llegada desde el primer momento.
El futbolista japonés contaba con muchas ofertas tanto del fútbol español como del extranjero, pero la opción del Villarreal se ha valorado como la mejor tanto para el Real Madrid, como para el entorno del jugador.
Kubo, de 19 años, completó una muy buena temporada en su cesión en el RCD Mallorca, siendo uno de sus jugadores más destacados, marcando cuatro goles y dando cuatro asistencias de gol.
Tras crecer en la cantera del Barcelona, regresó a su país en 2016, para jugar en el F.C Tokio y Yokohama Marinos, en las campañas 17-18 y 18-19. Tras fichar por el Real Madrid en 2019, fue cedido al Mallorca la temporada pasada y al Villarreal en la campaña actual.
