Lopetegui volvió a repetir el doble pivote Thiago-Koke para reemplazar al lesionado Busquets, mientras que Sampaoli buscó tener protagonismo con el balón a través de la calidad de dos de sus apuetas, Meza y Lo Celso.
Argentina fue la primera que pudo romper a través del habilidoso Meza, que entró por izquierda y centró para que Higuaín, en el área pequeña, fallara estrepitosamente. La contundencia en el área correspondió a España. Iniesta recuperó un balón, cedió a Asensio, quien habilitó a Costa, que se anticipó a Romero para marcar. El choque entre el delantero y el portero fue muy fuerte. Ambos tuvieron que ser atendidos y el meta argentino finalmente fue sustituido por Caballero.
Por su parte, el mallorquín Marco Asensio hizo olvidar a Silva, aportando mayor verticalidad y repartió su segunda asistencia. Su beneficiario fue en esta ocasión Isco, quien empalmó con un tiro raso afinado a la red.
La Roja estaba suelta. Argentina no podía competir con la pelota, aunque tenía otros recursos. La pizarra de Sampaoli funcionó en un saque de esquina y Otamendi recortó diferencias de cabeza en un remate en el que la pelota se le escurrió a De Gea.
En la segunda parte, Aspas entró por Diego Costa y la movilidad del gallego desconcertó la albiceleste. El celtiña destrozó el intento de fuera de juego argentino, regateó a Caballero y pasó atras para que Isco, con enorme calidad, definiera. El jugador madridista puso poco déspués, con un pase a Thiago que puso el cuarto en el marcador.
Argentina sacó su orgullo y se le notaba herida. Algunos jugadores como Otamendi o Tagliafico empezaron a perder los nervios y el partido vivió algunos momentos broncos. EL jugador argentino se mereció la roja en una nueva entrada a Aspas, pero el colegiado le perdonó la segunda amarilla por tratarse de un amistoso.
El intentó a base de coraje argentino quedó de nuevo neutralizado por el juego español. Aspas volvió a romper por velocidad tras un pase en largo de De Gea y anotó el quinto. Y sin tiempo para la reacción, Iago volvió a irrumpior y cedió a Isco el sexto, completando un 'hat-trick' y golpeando a una Argentina avergonzada.
