La presidenta Armengol, acompañada en la reunión en el Consolat de Mar por Fina Santiago, se mostró muy sensible al deseo de la Federación, de los clubes y de los jugadores y jugadoras de categoría prebenjamín, benjamín y alevín , de devolver lo antes posible al fútbol y fútbol sala competitivo, el que no lo disputan desde marzo de 2020.
Sin embargo, Armengol argumentó que la 'desescalada' debe continuar su lento procedimiento y que la próxima semana serán los expertos que evaluarán, en base a la evolución de las cifras de incidencia, si se pueden tomar nuevas medidas.
Bestard incidió en la reunión que "jugar a fútbol es promover la salud, no sólo física sino también psíquica y que estos menores de 12 años necesitan imperiosamente jugar después de estar 13 meses sin competir". El presidente de la FFIB insistió que "el fútbol no genera contagios y todos tenemos que luchar para que se cumplan los protocolos sanitarios. La FFIB tiene un protocolo en marcha para suspender un partido inmediatamente si se notifica un caso, tal y como ha sucedido en algún partido puntual durante la temporada y ha apostado por disponer de un médico deportivo en la coordinación de casos Covid-19, así como facilitar miles de tests y pruebas de antígenos para detectar cualquier contagio ".
La valoración de Miquel Bestard al salir de la reunión fue bastante positiva: "Quiero agradecer a la presidenta Armengol que me haya recibido en audiencia. Significa que entiende que representamos 30.000 licencias federativas, mucha gente que juega y se dedica y que sabe nuestra voluntad de conseguir que todo el mundo, todas las categorías, jueguen esta temporada algún partido oficial. He valorado muy positivamente la reunión, el talante de la presidenta para estudiar esta posibilidad dentro de unos días para ver la situación epidemiológica lo permite ".
